Otoño Caliente

En el negocio de la publicidad solo se puede sobrevivir manteniendo el entusiasmo en los reveses y ponderando los éxitos con cierta distancia. Este otoño, que ha concentrado la actividad del otro medio año apático, te obliga a relativizar y ser prudente en las apreciaciones y evaluaciones del trabajo de una agencia. La crisis es una variable más del entorno, sólo una, la evolución de una agencia se va a basar en dos capacidades que son por las que luchamos, al menos en la agencia que yo dirijo. La primera es la diferenciación, lo decía nuestro maestro Bill Bernbach: "In advertising not to be different is virtually suicidal". En el mercado de la publicidad hoy es una ventaja extraordinaria: demasiadas agencias demasiado parecidas, nosotros luchamos por ser diferentes. La segunda es el valor, las ideas grandes con ejecuciones únicas, el modelo de agencia, tal como lo conocemos se muere, lentamente en los últimos años, más rápido ahora por la coyuntura adversa, pero esta muriendo. La batalla es ser percibido como una agencia que le da más a sus clientes, porque trabaja diferente, porque llega a ideas más grandes, porque es más eficiente en sus costes. Por lo que sea, pero más rentable para el cliente. Así que queremos ser un "IPhone", diferente, más bonito, mejor... Si lo conseguimos solo necesitamos un cliente atento, que valore y observe el mercado, como Amenabar en su película tenemos que pedirle: "Abre los Ojos" porque a veces el bosque no les deja ver los árboles. El otoño está que quema, el invierno va a ser divertido... ¡vamos a disfrutar!

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